Si esperas encontrar con este artículo un método tan novedoso como milagroso, siento decepcionarte. No existen métodos rápidos ni sencillos, solamente hay un camino, el de toda la vida.
Lo primero que debes saber es que
no se puede perder la grasa localizada del abdomen. La grasa la perdemos de forma global: de los brazos, de las piernas, del abdomen... e intentar perder grasa abdominal haciendo cientos de abdominales diarios, no dará resultado.
Lo más importante para
tener un vientre plano o para
tener abdominales, es que debemos perder la grasa abdominal, y esto se consigue con una
dieta hipocalórica. Sólo comiendo menos calorías de las que gastamos, podremos hacer que tanto la grasa abdominal, como la del resto del cuerpo, vaya disminuyendo poco a poco, y deje paso a esos abdominales que tanto deseamos que salgan a relucir.
El ejercicio físico nos ayudará a que gastemos más energía, y por tanto, contribuirá a aumentar el déficit de calorías, además de conseguir aumentar nuestros músculos. Así que ya sabes,
los abdominales se definen en la cocina, no en el gimnasio.
Por ejemplo, si tenemos un GET (
Gasto Energético Total) de 2500Kcal, deberemos disminuir nuestra dieta a 2450Kcal o 2400Kcal (ya sabéis que yo siempre os voy a recomendar bajar las calorías poco a poco para
perder peso). De esta manera, estaremos dando a nuestro cuerpo menos calorías de las que realmente necesita, y esas calorías que echa en falta nuestro organismo, las obtendrá justamente de esas reservas energéticas que tenemos en forma de grasa.
De esta forma, y poco a poco, lograremos
disminuir nuestro porcentaje de grasa corporal, que es la única forma efectiva de tener abdominales o de conseguir un vientre plano. Hasta que no consigamos cerca de un
12% de grasa corporal, no veremos aparecer los abdominales, pero para tener un vientre plano, no hace falta llegar a esta cifra.